Sunday, September 05, 2010

¿HORA DE RENDIRSE O COMENZAR DE NUEVO?

Hay batallas que deben cesar. Llega la hora de terminarlas y no insistir. Un ejemplo: lograr la convivencia humana en paz. Dejémonos de tonterías: ¡no es posible! El Hombre de hoy es un ser estructuralmente egoísta que no admite convivencia pacífica. Su afán es el poder, la riqueza, y para lograrlo recurre mentiras, agresiones, falsedades; incluso se miente a sí mismo cuando inventa algunos dioses para resolver sus miedos y justificar sus acciones. En ese panorama el Hombre actual no puede convivir sin luchar. Pelea contra quienes igual quieren poder, codician las riquezas que el anhela y veneran otros dioses. ¿Cómo puede haber paz entonces? Nunca se alcanzará. Es un constructo ilusorio que no tiene asidero. Siempre habrá lucha. Unas veces será soterrada y silenciosa y su expresión menor es la envidia. Otras veces será expresa y sonora y su mayor expresión es la guerra. En el intermedio, en un continuo inevitable, el poder, la riqueza y la fe disputan en la Ciudad, el Campo, la Escuela, la iglesia y el Hogar. No hay salida aparente. Lo único que puede hacerse es demorar el desenlace final, que en mala rima será fatal. Pero aún quienes propugnan demorarlo son adversados. ¡Tamaña irracionalidad! Cuando Fidel Castro aboga por alertar al Mundo que en una próxima guerra será destruido y debemos evitarla, guerra "que puede desatarse en un minuto y durar un día", unos descocados pretenden ridiculizarlo. Especialmente lo hacen desde un país que inventa razones para ir a la guerra y apropiarse de recursos de otros. ¿Lo menciono? Usted acaba de hacerlo cuando le vino a mente. ¿Es posible el Amor en semejante contexto? ¡Bah! El Hombre actual no está hecho para el Amor. ¿Me equivoco? Demuéstrelo usted con fundamento histórico o realidad actual. ¿Cómo salvarnos entonces? No se. Se me ocurre que en abandonar la idea de fundar un nuevo orden económico y mejor buscar un nuevo orden moral, pudiera haber una posibilidad. Pero es tarea titánica construir un Hombre Nuevo. ¿Tendremos tiempo? ¿Habrá la voluntad?